lunes, 12 de marzo de 2012

Una carretera... de ¡30!



Y Guaco ha de estar feliz. Nadie sabía de él, pocos habían reparado en su existencia, pero ya tiene promesa de una carretera. En un mes, o en poco menos, estará lista. Todo por el Presidente. Todo por la campaña que, a veces, sirve para alcanzar sueños vestidos de cotidianidad.

No sé cómo se hará el Presidente para cumplir con todo lo que se ha propuesto. Tampoco sé de dónde sacará los recursos o si, para nuestra desgracia, cada una de las obras que está haciendo ahora a toda marcha surgirán de esos tantos préstamos que se aprueban al vapor en el Congreso Nacional.

Leonel Fernández, de repente, se ha vuelto servil y eficiente. Con sólo imaginar los deseos de los demás, se convierte en el mago que todo lo puede y lo convierte en realidad. ¡Qué bonito es marcharse del Gobierno!

Desde carreteras que tenían años esperando hasta puentes y escuelas. Por donde quiera que va Leonel ofrece, a manos llenas, como si fuera un genio metido en una botella de cristal. Bueno... si lo pensamos pensamos bien al final el Presidente se ha convertido precisamente en eso: en un "complacedor" que, a golpe de un clic, parecería tener todas las soluciones.

Sobre lo de la botella no quiero hablar. De tanto hacer política Leonel parecería tener una botella en el Palacio Nacional. Bueno, tal vez exagero. Pero es que molesta que él se dedique a hacer todo aquello que no debe. Porque, ¿qué hace el Presidente en una campaña que no le corresponde? Esa pregunta, ¿me la pueden contestar? No, nadie lo hará. Todos están felices con el frente de tres. ¡Qué importa que se usen los recursos del Estado en campaña! Ganar... eso es lo que de verdad importa. Por eso Leonel ofrece carreteras que se construyen en 30 días y llena de "felicidad" a una comunidad que seguro votará morado el 20 de mayo. Así es muy fácil.

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