jueves, 9 de agosto de 2012

La infamia de "El Representante"

Plomizo, el cielo invitaba a la nostalgia. No hablaba de dolor. Tal vez, de ese recogimiento en el que nos sentimos plenos, aunque se recuerde momentos mejores. Junto a la imagen, la agradable sensación de una mañana en la que por fin no hacía calor.

Así, contenta, bajé los cinco pisos que me separan de la realidad. Y entonces le vi. En el suelo, desafiante, el Diario Libre me miraba con sorna. Se burlaba, con una falsa portada, de todo lo que había dicho el día anterior: las quejas en torno a la disposición de los diputados de excluir al Congreso Nacional de la "prohibición de la concesión de beneficios e incentivos a todo funcionario o empleado público, por resultados de gestiones administrativas que se encuentren dentro del ámbito de su competencia".

Ver a Abel Martínez con su mallete en mano, diciendo que "Legislar con dignidad garantiza los supremos intereses del pueblo", es una bofetada a la razón, a los ciudadanos que aún tienen algo de conciencia, ya que eso es precisamente lo que no han hecho los diputados en las últimas legislaturas.

Legislar en su provecho, violando así la Constitución que ellos mismos aprobaron, no es digno ni garantiza los supremos intereses del pueblo. Mucho menos gastar los recursos de la Cámara (es decir, los nuestros) brillando en la portada de un medio que sirve para dar publicidad a un suplemento interior de 20 páginas. ¿Cuánto debió costar eso? ¿Qué gana el país con ello?

Si era para elevar la vanidad de Abel, una página habría tenido los mismos efectos. Pocos deben haberse detenido a mirar el suplemento en cuestión a detalle porque, como es evidente, no es más que mera propaganda. Yo, que me detengo siempre, sí lo hice.

Lo primero que llamó mi atención fue la gran cantidad de fotos del presidente de la Cámara de Diputados. Hay 20 en total. Podríamos decir que hay una a razón de página, a pesar de que hay varias páginas en las que no está: en otras, sin embargo, hay hasta tres.

La primera foto de él es la de la portada. En la página dos hay otra, en la que la historiadora Mu-Kien San Beng le entrega un ejemplar de la obra de la Historia de la Cámara de Diputados, un libro en el que se recoge parte del devenir de ese órgano legislativo.

En la página 3 hay tres fotos de él: en una se ve super risueño, desde su asiento en el hemiciclo; mientras que en las otras dos aparece en actividades junto a Reinaldo Pared Pérez. El trabajo habla de cómo la armonía y respeto en las cámaras permitió mayor rendimiento. Uno lee esto y dice: ¿en serio? ¡Menos mal que son compañeros de partido! Entonces Julio César Valentín, antecesor de Abel, ¿tenía conflictos con Pared?

En las páginas 4, 5 y 6 hay un trabajo que se titula así: "Los diputados y diputadas concentraron sus mayores esfuerzos en leyes que garantices la seguridad ciudadana". A pesar de ello, al leer el texto se descubre que el mega esfuerzo se reduce a aprobar los códigos Procesal Penal, Penal y del Menor; la aprobación de un proyecto de ley que exonera del pago de impuestos a todo tipo de equipos y cámaras de video para el sistema de seguridad en hogares, negocios y lugares públicos.

Tras explicar lo anterior, en el resto del trabajo se habla de otras leyes y resoluciones aprobadas. Ninguna tiene que ver con la seguridad pero, asumo, lo que vale es el titular. En este trabajo sólo hay una foto de Abel en una de las sesiones.

La página 7 recoge los reconocimientos hechos por la Cámara. Por ello, hay tres fotos de Abel. En ellas se recuerda el reconocimiento a Marcos Wilfredo Pichardo y Eduardo Segura (oncólogos con 50 años de labor profesional), a Yaqui Núñez del Risco y a Robinson Canó. Amén de que cada uno de esos momentos ya fue recogido por la prensa, sólo queda reírse cuando se lee que una "histórica resolución fue la entregada por el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, y los voceros de todos los partidos, al presidente de la República, Leonel Fernández Reina, en el Palacio Nacional".

Las páginas 8, 9 y 10 nos cuentan que las comisiones de la Cámara realizó 1,637 actividades durante el pasado año legislativo (del 16 de agosto del 2011 al 25 de julio del 2012) y dan algunos detalles de las cosas más relevantes que hicieron. Entre ellos destacan la labor de la comisión que estudió el Proyecto de Fiscalización y Control, la de Modificación del Presupuesto y la desbordamiento del Lago Enriquillo (problema no resuelto, huelga decir).

La página 11 recoge la noticia de que el Congreso le entregó los certificados al presidente y vicepresidentes electos (algo a lo que está obligado), con una foto más de Abel Martínez; y la 12 nos informa que la durante el 2011 la Cámara de Diputados fue escenario de encuentros locales e internacionales o, lo que es mejor, hace un recuento de las visitas que recibieron. Dos fotos más de Abel para adornar esa página.

Ya en la página 13 se remontan a la escogencia de los jueces de las altas cortes, una "jornada histórica para el fortalecimiento de la democracia", según ellos, a pesar de que lo que hicieron fue elegir jueces que representan los intereses de su partido. Dos fotos más de Abel.

Por si faltaba un poco de ensalzamiento al ego, la página 14 nos trae una historia que recoge los reconocimientos que le entregaron a la Cámara de Diputados y al propio Abel Martínez. Tres fotos de esos inolvidables momentos.

En la página 15 se hace una alegoría de la Transparencia que engalana a la Cámara o, lo que es igual, se habla de las solicitudes a la Oficina de Acceso a la Información (OAI).

La páginas 16 y 17 hacen un recuento de la forma en que los diputados se acercan a la sociedad, a través de visitas y talleres de formación dirigidos a estudiantes y personas de organizaciones de la sociedad civil, así como diversas instituciones públicas y privadas. Además dan cuenta de conmemoraciones y demás. Hay dos fotos más de Abel.

La página 18 es sobre dos grandes "eventos por la equidad de género", algo que urge dentro del propio Congreso Nacional ya que es uno de los organismos en los que la igualdad brilla por su ausencia. El partido de primacía en él, el de la Liberación Dominicana, se destaca por el reducido número de ministras en sus gobiernos (sólo de Educación y de la Mujer) y por las pocas mujeres que hay en sus organismos de dirección.

Las páginas 19 y 20 son anuncios de la Cámara de Diputados. El primero es de su página digital, en la que por supuesto se ve a Abel; y el segundo sobre la "Constitución Dominicana Infantil". En esta página sale la mancheta de "El Representante", nombre oficial de esta singular revista. ¿El director? Abel Martínez.

Visto esto es poco lo que se puede decir. Tal vez dejar muy clara nuestra incomodidad con la Cámara de Diputados. Y es que no sólo legisla de espaldas a nuestros intereses (¿dónde dejó nuestro reclamo al 4%, por qué ha autorizado tantos préstamos al Gobierno?, por ejemplo) sino que, además, nos miente. Es hora de decirles que no somos tan tontos. Aunque aparentamos, porque no reclamamos con la fuerza que debemos hacerlo, nos damos cuenta de todo. Su descaro, por tanto, es una terrible afrenta.

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