lunes, 4 de julio de 2011

A 29, a 50... el PRD


Hoy es uno de esos días que se graban a fuego y sangre en el corazón de la gente. Era pequeña, tenía nueve años, cuando el país se removió a causa de la conmoción: el presidente Antonio Guzmán, ese que había hecho tan felices a los dominicanos porque les había regalado la libertad que Joaquín Balaguer les había robado durante 12 años, ya no vivía.

Si saberle muerto fue difícil de entender, más chocante resultó ser escuchar que se había suicidado. Muchas teorías se han tejido en torno a su muerte, que fue un día como hoy hace 29 años, pero lo cierto es que sin importar lo que pasó él ha sido el mejor Presidente que ha tenido la República Dominicana.

Y es que Guzmán no sólo fue el que acabó con las fuerzas militares y policiales que tenían al país amedrentado y callado. También fue que promulgó la Ley de Amnistía, sacando de las cárceles a los presos políticos y permitiendo que los exiliados políticos pudieran volver. Además derogó todas las medidas que limitaban las libertades de los ciudadanos.

Visto los hechos, partiendo de que fue un Presidente tan ético que decidió morir por lo que creía, siempre tendremos una deuda con él. Probablemente, sin embargo nunca la saldaremos.

Quienes sí deberían hacerlo, sobre todo un día como hoy, son los militantes de su Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quienes están llamados a seguir el ejemplo del que sí es el Padre de la Democracia Dominicana.

Amén de los títulos, porque da igual que se lo den o no, Guzmán es el único Presidente al que no le podemos enrostrar más errores que aciertos. Es el paradigma, el que nos dice que las cosas sí se pueden hacer bien. Pero, ¿cuándo volveremos a tener uno como él?

Dos presidentes más ha tenido el PRD, ese partido que fue fundado por el profesor Juan Bosch en el año 1939 pero llegó del exilio el 5 de julio de 1961. Es decir, hace 50 años.

Ni Salvador Jorge Blanco ni Hipólito Mejía tuvieron la estatura de Antonio Guzmán. Sus nombres pasaron a la historia pero sus historias no calaron en nosotros de la misma manera. Mientras los dos primeros dejaron un recuerdo amargo (las revueltas del 24 de abril y las crisis económicas, por citar sólo dos), el último nos dio la mayor lección de dignidad que hemos visto como nación.

Si bien es cierto que en todos los partidos hay de todo, hoy es al PRD al que le toca revisarse. Este es el momento ideal para ello porque julio es el PRD o el PRD es julio: mientras el 4 se recuerda a Guzmán, el 5 es el día en el que comenzaron a trillar su camino dentro del país.

Durante estos 50 años han pasado muchísimas cosas. Pero los retos que tienen en lo adelante son aún mucho mayores. Y es que, con una sed de poder que tiene ocho años ya, hoy corresponde al partido plantearse cómo controlaría a su gente en caso de ganar las próximas elecciones.

Con un candidato repetido, el PRD tiene que pensar muy bien las cosas. Su apuesta, la única posible, es al cansancio de la gente. Pero esa apuesta conlleva sus riesgos.

Pero en República Dominicana todo es posible. Si Joaquín Balaguer volvió al poder después de los terribles 12 años, no puede extrañarnos que Hipólito Mejía vuelva a gobernarnos.

De cara a ello, el PRD tiene que hacer bien su tarea. Toca volver al pasado. Refugiarse en la imagen de Guzmán y de ese Angel Miolán que llegó hace 50 años. Vuelvan al origen, a los principios, a lo que debe ser un partido: una organización que se deba al pueblo, al país, y que invierta en desarrollarlo.

La República Dominicana necesita que alguien le ampare. No sé cuándo ni quién lo hará. Quizás es alguien joven, que emerja un día. Pero también pueden ser los de siempre. Sólo basta que se decidan. Que hagan las cosas diferentes. ¿Es que cuesta tanto?

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