sábado, 14 de enero de 2012

Sobre la universidad de Haití


Días pensando si escribir o no sobre ello. Pero lo haré. Quizás por un desahogo o tal vez porque simplemente es lo que me corresponde. De cualquier forma, como varias personas me han preguntado, diré qué pienso sobre la universidad que el gobierno donó a Haití.

Si bien Haití necesita levantarse y la universidad representa el futuro para ese país, quizás en este momento no era lo más urgente. Aún queda mucha gente en la calle, faltan demasiadas cosas por hacer... pero en fin, es una obra que habla bien de un Estado que decide ayudar a otro que está atravesando un mal momento. Además será algo que quedará y siempre se verá como un gesto de hermandad.

También, sin embargo, lo hubiera sido un proyecto de viviendas para algunos de los 500 mil ciudadanos haitianos que están en la calle, un hospital para lidiar con los problemas de salud que dejó el terremoto, rehacer algunas de las escuelas que se destruyeron (con lo invertido se levantaban bastantes).

Hecha la universidad, ya poco sentido tiene hablar de si era o no lo más oportuno. Sólo resta hablar de ella, que es lo que entregamos. ¿Mi principal duda en torno a este tema? La ubicación de la edificación, que se encuentra en la comunidad de Limonade, Cabo Haitiano.

Consciente de que esto puede generar problemas, el gobierno do donó dos autobuses para que los estudiantes puedan trasladerse hasta la sede universitaria. Pero eso, ¿será sostenible en el tiempo para el gobierno haitiano? Pronto lo sabremos.

Por otro lado, llama la atención la inversión realizada en el edificio. US$30 millones de dólares, un monto que sorprende cuando se compara con otras obras de infraestructura dominicanas. No sé si es que la mano de obra haitiana o los materiales son muy baratos pero sorprende que toda una universidad cueste mucho menos que un parqueo, por ejemplo, si lo comparamos con la el de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Hay que recordar que la universidad de Haití tiene cuatro edificios con 18 aulas (con capacidad para 35 estudiantes) para un total de 72 aulas y capacidad para albergar 2,520 estudiantes por tanda. Tambén cuenta con laboratorios, un comedor, edificio de servicios, plazoleta multiuso, edificios para administración, biblioteca, auditorio y decanato, además de las facilidades deportivas: una cancha de fútbol, pista de atletismo y área de vestidores.

Como ven, al comparar ambas cosas hay algo que no encaja. Tal vez seré yo la que delira. Puede, como siempre, que esté mal.

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