Quizás exorcismo, quizás ejercicio de reflexión. De cualquier manera, no son más que palabras que se unen en un lúdico baile (sin pretensiones ni egolatrías).
jueves, 26 de mayo de 2011
En lugar de regalos, lleven soluciones
El barrio se desperezará con tibieza. A medida que suba el sol, las planchas de zinc parecerán cobrar vida y así, animadas en demasía, serán el reflejo del infierno que se vive cada día.
Podemos llamarle Ciénaga, batey Lechería, Villa Linda, Los Alcarrizos, Vietnam, Cancino Adentro o Los Guandules. En cualquiera de ellos sucederá igual: el domingo, en lugar de celebrar la vida y a esas madres que paren del dolor para traer al dolor mismo, será un día para intentar seguir a salvo, huyendo del terrible abrazo del cólera.
Mientras eso sucede, hay quienes juegan a regalar. Dan una estufa, una nevera, un abanico y hasta una licuadora. Cual si ellas necesitaran un regalo más que vivir, nuestros legisladores han decidido gastar RD$125 millones en comprar todo tipo de presentes que llevarán a las madres del país.
Con esto, los diputados desean llevar felicidad a quienes nada tienen. Pero, ¿no han pensado que ese dinero pudo haber sido mejor utilizado en estos momentos? Más que electrodomésticos o cualquier regalo, debieron pensar en lo útil que sería que inviertan en labores preventivas del cólera. Así, en vez de sentirnos mal porque usen nuestro dinero en clientelismo y demagogia, sentiremos que todos hemos contribuido con el bien del país.
Ya está bueno de que cada año veamos cómo los legisladores se hacen los simpáticos con los recursos que nosotros aportamos. Ha llegado el momento en que nuestros impuestos se traduzcan en algún beneficio para los más olvidados.
Son muchas las cosas que debemos organizar. También los retos como país. Yo empezaría por eliminar todos estos programas que, en lugar de ayudar, distorsionan. Seamos altruistas. Pero de verdad.
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