jueves, 20 de enero de 2011

De WikiLeaks, Duvalier y lo que pueda llegar


Cuando llegó nadie le esperaba. A pesar de algunas nostalgias que aún provoca, la mayoría ni siquiera le recordaba. Otros, los que sufrieron por él, hubiesen preferido que jamás regresara.

Pero allí está, con su rostro desenfadado, cual si no tuviera ninguna cuota pendiente con el pasado. Veinticinco años después, sin embargo, son muchas las sombras que le corresponde recoger a Jean Claude (Baby Doc) Duvalier.

Hoy es un hombre de 59 años que se ve, incluso, inofensivo. Ayer fue un cruel tirano que llegó al poder a los 19 años, en 1971, tras la muerte de su padre, Francois (Papa Doc) Duvalier, cuya saga continuó predicando con el ejemplo. Ambos son responsables de una de las épocas más oscuras de la historia de Haití, cuando la policía secreta, Tonton Macoute, frenaba los intentos de rebelión y torturaba y mataba a los opositores.

Producto de lo que él representa, a muchos les preocupa su regreso. Pero esa preocupación no es nueva: existe desde el 2006, tal como lo rebeló el “chismoso” del patio mundial: WikiLeaks.

A raíz de ese cable sobre la República Dominicana, cabría preguntarse cuántas cosas más descubriremos cuando se muestren los 1,672 cables que aún faltan. Cada una de ellas será vista de una nueva forma. Y es que, si había alguna incertidumbre acerca de la veracidad de las opiniones de los diplomáticos estadounidenses, ahora se disipará. Con la predicción cumplida, aunque fuere cinco años después, pocos dudarán de la certeza de una diplomacia que afortunadamente no se queda callada.

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