viernes, 22 de noviembre de 2013

Sobre el delirio nacionalista

La trivialidad me había tomado de la mano. Me había detenido. Respirar, por momentos, hace más llevadero el trabajo. Entonces llegó el. Con un destinatario desconocido, el correo hablaba del boletín número 2 de la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía. Decidí abrirlo de inmediato.

Cuando comencé a leerlo me quedé perpleja. La red "denunciaba" que Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora y Participación ciudadana son voceros y promotores de lo que llaman acciones hostiles o de guerra que promueve el gobierno haitiano ante los organismos internacionales como parte de una perversa guerra diplomática que compara con la que Haití realizó a partir de 1844 cuando, afirman, buscaba bloquear a la naciente República Dominicana bajo el argumento de que no era más que una simple provincia rebelde de Haití.

Si escuchar hablar de guerra (¡en tres ocasiones!) fue todo un choque, más desconcertante aún es el planteamiento en el que sostienen esa guerra que sólo está en la cabeza de los nacionalistas radicales: que en RD hay voceros y promotores de Haití, como si de verdad alguien que ama este país se prestaría para algo tan bajo.

Por justificar su lucha, amparándose en una traición y una lucha inexistentes, los defensores de la sentencia del Tribunal Constitucional han llegado al mayor de los absurdos. ¿Por qué hablar de guerras cuando de lo que se trata es de gente a la que le han quitado sus papeles y, con ello, le han arrebatado la vida? En lugar de pensar en ellos, se habla de un plan orquestado contra el Estado porque el tremendismo vende, obnubila y tapa muchas cosas. A pesar de ello, y los amigos imaginarios, son demasiados los que han reparado en lo que se esconde detrás de una sentencia que se lleva de encuentro a la propia Constitución.

Dejando a un lado el asunto de la nacionalidad (mezclado macabramente con la migración para que los estúpidos se asusten y crean que, de no aplicar la sentencia, la República Dominicana será asaltada por los haitianos que tendrán la fuerza y el poder -como si fuera tan fácil- para desterrarnos de nuestro país), toca pasar a la soberbia de este comunicado. Y es que, en su afán de defenderse de quienes quieren humillarlos, ellos se despachan diciendo que se ha cometido un abuso porque no se les permitió terminar de imprimir unos volantes en los que se invitaba a dar muerte a los traidores. Ellos dicen que se coartó la libertad de expresión porque no se les dejó lanzar sus consignas desde el aire. Argumentan que no era una invitación a matar sino un simple boletín. Pena que nunca sabremos si era verdad.

Por otro lado, ellos dicen que hay que unirse a Danilo Medina por la defensa de la soberanía, dándole el frente a la guerra diplomática, sin pensar que la única guerra que debería existir es por la defensa de los derechos humanos y no todo lo contrario. Danilo Medina, a estas alturas, lo que da es pena. Se ha dejado arrastrar por el nacionalismo, convencido de que la soberanía peligra (mejor pensar que ha pecado de idiota y no de desgraciado) o de que el Estado es soberano para hacer lo que le dé la gana, sin pensar en el daño que le está haciendo a su propio Gobierno, que pasará a la historia como el más insensible que haya podido pasar. Además será condenado en todos los territorios en los que se crea en el derecho a tener un nombre y una nacionalidad. Y es que, no lo olvidemos, hasta el 2010 eran dominicanos los que nacían aquí.

Muchos de esos afectados por la sentencia tienen papeles sacados legalmente. Y las autoridades, irresponsables, hoy les han arrebatado todos sus derechos. Hay mucha gente que ha estudiado, crecido, vivido, sentido por este pueblo. No conocen otra cosa. Defenderlos es lo justo. Nadie puede pagar por lo que no hizo. Si hacerlo es ofender, que se ofenda quien quiera... los delirios nacionalistas nunca lograrán amedrentar a quien defiende a gente que sólo reclama seguir siendo quien es.


A continuación el texto íntegro del comunicado:
FRENTE A UNA CAMPAÑA PERVERSA

BOLETÍN DE PRENSA NO.2

Es oportuno enfatizar nuestro esfuerzo de orientación a la opinión publica y al pueblo en general que al denunciar ante la fiscalía la actitud hostil abierta que llevan a cabo Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora y Participación Ciudadana; como voceros y promotores a nivel nacional de las acciones hostiles (de guerra) que a nivel internacional promueve el gobierno haitiano en el CARICOM, CARIFORO, OEA, PETROCARIBE, CIDH, AMNISTIA INTERNACIONAL, ESTADOS UNIDOS, EUROPA con el mismo discurso y los mismos términos en que se desata la mas perversa guerra diplomática contra la nación dominicana solo comparable con la realizada por el gobierno haitiano a partir del 1844, en busca de bloquear el reconocimiento internacional a la naciente Republica Dominicana bajo el argumento de que no éramos mas que una simple provincia rebelde de Haití.

Estos comunicadores saben muy bien que nuestro pueblo ha conquistado con su propia sangre la libertad de expresión que hoy todos disfrutamos y de la cual esta naciente Red es una trinchera mas para su defensa; saben bien que el articulo 76 del código penal no es una mordaza a la libertad de expresión, de lo que se trata es de otra cosa. Por que no es lo mismo ejercer el derecho de criticar la sentencia 168-13 a lo cual todo dominicano es beneficiario, a que los discursos propalados por estos señores tengan exacta concordancia con las acciones de sabotaje, unas veces abierto y desafiante y otras veces entre bastidores, que son promovidos por el gobierno haitiano e intereses extranjeros y nacionales en contra de nuestra patria en una clara declaración de guerra en su primera fase, es decir, en la fase diplomática y mediática.

A propósito de censura a la libertad de expresión, estos señores sí la aplicaron en contra de nuestra Red cuando lograron que la empresa impresora del famoso volante “Boletín aéreo No. 1” después de imprimir los tres millones de volantes y que iniciara su entrega con una primera partida de 153,000 unidades incumpliera unilateralmente el contrato sin que mediara ninguna explicación y mucho menos decisión judicial y, concomitantemente lanzando un campaña de mentiras con respecto al contenido de dicho volante, acto éste que nos recuerdan las acciones represivas de los regímenes dictatoriales que con todo su poder impedían la libre expresión del pensamiento en base a la represión, el chantaje y la mentira. En este caso estamos frente a un mismo acto opresivo y violatorio a fundamentales derechos humanos pero esta vez aplicado no por un estado tirano sino por tiranos agrupados en el sector privado y estrategas de la llamada sociedad civil. He ahí una muestra mas de la doble moral con que actúan estos señores.

El pueblo debe mantenerse sereno pero alerta, unido, movilizado y sin dejarse provocar apoyando al presidente Danilo Medina por la defensa de nuestra soberanía y frente a esta guerra diplomática y mediática declarada, teniendo bien en claro que los señores denunciados en la fiscalía, representan los intereses del gobierno haitiano y que sus acciones van mas allá del simple ejercicio de la libertad de expresión a ser destacados voceros y promotores en el país de sanciones internacionales especificas junto al boicot, descredito despiadado con acusaciones de asesinato civil, xenofobia, racismo, fascismo, nacismo que injustamente padecen las autoridades dominicanas llámese Tribunal Constitucional, Gobierno dominicano, Junta Central Electoral, Dirección de Migración y nuestro propio pueblo.

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