Quizás exorcismo, quizás ejercicio de reflexión. De cualquier manera, no son más que palabras que se unen en un lúdico baile (sin pretensiones ni egolatrías).
lunes, 5 de septiembre de 2011
La carta de Grimaldi al Presidente
Los 838 millones de dólares perdidos en los primeros 10 años de Cogentrix
El Embajador Víctor Manuel Grimaldi Céspedes, en carta dirigida al Presidente Leonel Antonio Fernández Reyna, le recuerda que durante los primeros diez años de vigencia del contrato de electricidad con la firma Cogentrix el Estado Dominicano perdió 838 millones de dólares, suma con la cual pudiesen haber sido resueltos muchos problemas nacionales, entre ellos algunos del sistema educativo.
La carta al Jefe del Estado del Embajador Grimaldi Céspedes está dirigida con motivo de la controversia que ha producido el caso del cobro de una deuda por tres millones de pesos al dirigente peledeísta Euclides Gutiérrez Félix. El texto de la correspondencia es el siguiente:
‘‘Excelentísimo Señor Presidente de la República
Doctor Leonel Antonio Fernández Reyna
Muy Distinguido y Estimado Amigo:
Desde aquí, con los anteojos que permiten ver a distancia, observo con la preocupación de muchos dominicanos y dominicanas el momento de transición política que se comienza a vivir en el territorio que el profesor Ramón Casado Soler, autor del himno de cumpleaños ‘‘El Regalo Mejor’’, con acierto llamaba ‘‘el País del Amor Eterno’’, por nuestros orígenes, por nuestra bandera con la Biblia y la Cruz de la redención y el amor de Jesucristo.
A Usted, las circunstancias, los procesos socio-políticos y el visto de bueno de dos grandes liderazgos nacionales, por fortuna o destino, pusieron en 1996 sobre sus hombros una responsabilidad que ha sabido llevar más bien que mal, a pesar de todas las circunstancias adversas que ha enfrentado en esta última etapa de su carrera gubernativa que ha de concluir, si Dios es invocado siempre, en provecho del pueblo dominicano y de sus éxitos particulares.
Le escribo para referirme a las nuevas escaramuzas que se han estado presentado recientemente con algunos ‘‘comunicadores sociales’’ y el Gobierno. Las observo desde lejos, y me recuerdan los desencuentros y recriminaciones que algunos destacados periodistas sostuvieron con regularidad durante muchos años contra el profesor Juan Bosch a partir del mes de diciembre de 1972, cuando entonces Usted, que ni apenas llegaba a sus 19 años por cumplir, no soñaba lo que le ha tocado hacer como político en el 2011.
Toda esa animosidad negativa se originaba en el hecho cierto de que quien era entonces el líder del Partido Revolucionario Dominicano, Juan Bosch, hizo salir de su casa en la calle César Nicolás Penson No. 62 de Santo Domingo al reportero de Ultima Hora que había acudido a una rueda de prensa convocada por Bosch, y sucedía que Ultima Hora era un medio que por esos días realizaba una campaña sistemática de ataques contra Bosch como puede comprobarse en la colección del Archivo General de la Nación.
La adnimalversión contra Bosch se trasladó luego contra el Partido de la Liberación Dominicana, desde el mismo momento en que fue creado en el mes de diciembre de 1973. Sin embargo, como son las ironías de la vida, algunos de los que realizaban esas campañas desde Ultima Hora hoy son colaboradores suyos. Otros no. Por qué?, uno se pregunta. Usted, recordando sus cátedras de comunicación y sociología en la UASD, diría que esa es la libertad de elección. A mí por mi parte, me parece que hay que buscar las razones o motivaciones en cuestiones de fondo.
Me explico: Hipolito Mejía y Domínguez gobernó cuatro años la República Dominicana después que Usted también había gobernado sus primeros cuatro años. El Presidente Mejía y Domínguez como gobernante tenía que actuar como gobernante y líder político. Antes, el Presidente Fernández Reyna también hubo de actuar como gobernante y líder político en sus primeros cuatro años de gestión. Algunos de quienes les conocieron antes de ser ambos presidentes alegaban que el uno y el otro separadamente habían cambiado la formar de actuar antes de llegar al Poder. Que no eran los mismos. Pero se explica esto debido a que en general la gente desconoce que un gobernante está condicionado por las circunstancias y las fuerzas socio-políticas que lo sostienen y permiten o le impulsan a tomar decisiones. Los grados de libertad del mandatario son limitados.
Pues bien, en el caso suyo, resulta que ha estado gobernando ya otros siete años y ha de completar dos períodos adicionales en relación a su primera gestión 1996-2000, y es natural que esos ‘‘otros’’ con los que Usted coordializaba desde la cátedra, o con la amistad de las conversaciones casuales, o en sus relaciones públicas peledeístas en la oposición a Joaquín Balaguer, hoy se sientan resentidos porque sus recetas y sus ‘‘consejos’’ no sean los que hayan dirigido el Palacio Nacional y el Gobierno del PLD.
Así, propician pesadillas morales al estilo del Comité de Salud Pública que llevó a la guillotina al monarca Luis XVI y a su esposa María Antonieta. Ahora Euclides Gutiérrez Félix pudiera haber sido el primer balón de ensayo de los nuevos giacobinos. No dudo que él haya cometido algunos errores conductuales que permitieran ponerle el mote de ‘‘sangrú’’ por un problema de carácter, de personalidad, de trato con las personas, pero pruebas para procesarlo por delitos graves no han sido presentadas hasta ahora en los tribunales. Una deuda por consumo eléctrico, Euclides aceptó negociarla reclamando sus derechos ciudadanos, como tantos lo han hecho y se logró el objetivo de convertirlo en piedra de escándalo, ‘‘porque Euclides no es simpático’’.
Ahora bien, los que intentan resucitar la etapa del ‘‘terror’’ de la Francia revolucionaria, a la criolla, han omitido el verdadero meollo del problema eléctrico: el gran engaño o multimillonario fraude en dólares que ha enriquecido durante 15 años a quienes desde el sector público y el sector privado han manejado este negocio, en perjuicio del pueblo dominicano. Usted, que carga con la responsabilidad política, es una persona sana y desinteresada ajeno a manejos turbios. Me consta.
Un caso, uno, es del de Cogentrix: En sus primeros diez años, sin contar los últimos cuatro, el Estado, en definitiva el pueblo dominicano, perdió 838 millones de dólares con este mal negocio, solo el de Cogentrix. Más de 23 millones de dólares perdidos cada mes. Eso es miles y miles de millones de veces lo que se le reclama compulsivamente a muchos dominicanos por facturas atrasadas de luz. Es dinero que pudo haber sido invertido en la educación.
Los giacobinos criollos omiten enarbolar esa bandera. Simplemente se dirigen a reclamar la cabeza de Luis XVI y de su simpática consorte María Antonieta.
¿Por qué? Espero en otra ocasión poder abundar sobre este tema.
Le saludo con respetos y un abrazo cordial.
VICTOR MANUEL GRIMALDI CÉSPEDES
Roma, Domingo 4 de septiembre 2011
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