Aún lo recuerdo en aquella primera jornada del Foro Presidencial por la Excelencia Educativa, cuando reclamaba a viva voz que se aumentara el presupuesto destinado a la Educación. Rechazando que se estableciera de manera constitucional una inversión en educación, el director del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOTEP), Melanio Paredes, explicaba que las circunstancias cambian con los años y se hace necesario que cada vez se invierta más en educación.
Paredes, como los 900 delegados que se dieron cita en el Hotel Lina, resaltaba lo importante que es invertir en el sector educativo. Y asumió el compromiso, como todos los que estaban allí, de luchar porque se cumpla con la ley de Educación 66’97.
“Una revolución educativa implica una sostenida y sostenible inversión en educación. En ese sentido, el Estado debe destinar los recursos necesarios y suficientes para garantizar el financiamiento que requiere el sistema educativo dominicano, en todos sus niveles y modalidades”, dice el documento que el hoy ministro de Educación firmó el 20 de enero del año 2007.
En ese documento, pese a los que se oponían, se reclama la necesidad de que se declare constitucionalmente que la educación es una prioridad nacional. Aquella que hace tres años tenía un nombre propio: el mágico número del 7% del PIB. Esa era la suma que para los participantes en el Foro debía destinarse a todo el sector educativo o, al menos, el 4% del PIB que establece la ley.
Hoy, a casi tres años de aquel Foro, Melanio parece olvidar que hizo un parto por la educación y que defendía a rabiar que se cumpliera la ley. ¿Es que la silla del ministerio provoca amnesia? ¿O es el Presidente el que les hace callar? Hasta Alejandrina Germán, que discutía por el presupuesto cada año, terminaba cediendo. ¡Pena de unos ministros que no piensan en nuestro futuro!
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