Por perder hemos perdido, incluso, el nombre. “El nombre propio de las mujeres aparece en general un 21% menos en los titulares que el de los hombres (es decir, una quinta parte menos) y su nombre propio aparece un 40% menos que el de los hombres en los titulares de las temáticas más relevantes”.
Entre los hallazgos más relevantes del informe está que en los medios de comunicación hay 2.5 más noticias sobre hombres que sobre mujeres, que la mención explícita al género es 2.3 veces más frecuente en el caso de las mujeres que de los hombres y solo el 11% de los puestos jerárquicos de los medios en los doce mercados analizados lo ocupan mujeres.
En torno a los periodistas, en la mayoría de países los hombres firman un 50% más de noticias que las mujeres pero además #LLYC observó que hasta el 80% de noticias se publican sin autor. En RD la brecha es mayor: los hombres firman tres veces más noticias que las mujeres.
Las secciones de salud, sucesos y sociedad son las que tienen más firman de mujeres, cerca del 45%. En tanto deporte, tecnología y economía son las secciones con menos redactoras femeninas, en torno al 25%.
Este dato es relevante porque en las secciones con más firmantes masculinos, como las de "Deporte” y “Economía”, abusan más del apellido femenino. En el ámbito del deporte, sucede con el baloncesto femenino y el fútbol femenino (98% de mención “femenino”. En el caso del área económica, cuando se habla del emprendimiento, el talento y el liderazgo de las mujeres hacen mención del "femenino", en el 80% de los casos.
En las secciones donde destacan las firmantes femeninas se mencionan más los nombres propios de las mujeres. Sucede en el caso de periodistas (2% de mención “femenino” frente a 79% de mención a sus nombres), personajes de la tele o en las secciones de “Cultura” y “Sociedad”.
En torno a la brecha de representación en los medios, el informe de #LLYC indica que de la muestra de noticias que referencian “mujer” o “femenino” las políticas suponen un 10.1%, las empresarias el 3.2% y las periodistas el 1.2%.
Cuando analizaron la temática de la “familia”, en política es donde hay menos diferencias familiares con respecto a los hombres. Sin embargo, el informe señala que en esa categoría se habla más de la soltería, matrimonio o divorcio de las mujeres, en un 40% más.
"Un dato muy valioso para la investigación es que las mujeres políticas, aun siendo las lideresas más asociadas al éxito, son también las menos asociadas al liderazgo y menos confiables como autoridad", dice el informe
También hay que resaltar que en 1 de cada 15 mensajes sobre mujeres se menciona explícitamente “mujer” o “femenino”, más del doble de lo que aparece “hombre” o “masculino” en noticias sobre los hombres.
En ese sentido, los medios mencionan un 36% más a la familia en noticias sobre mujeres que en noticias sobre hombres y se hace de manera cosificadora: “esposa” se menciona siempre más que “esposo” o “marido”, al que se le atribuye pertenencia o posesión.
Otra cifra a resaltar es que se registraron un 366% más de menciones a la familia en noticias sobre empresa asociadas a la mujer que al hombre (es decir, 4 veces más). En torno a las científicas se menciona la familia en un 191% más (2 veces más).
En el análisis de la cobertura de temas sanitarios, #LLYC confirma que las noticias sobre salud mental se asocian más a las mujeres que a los hombres: la depresión figura el doble que en hombres en Iberoamérica y un 10% más en EE.UU.
En materia científica, los medios tratan todavía a la ciencia y la investigación como entornos de hombres, mientras que el entorno de la prevención, los cuidados y la vida saludable está marcado por la presencia femenina.
Pasando a la cobertura sobre violencia machista, los medios siguen poniendo el foco en la víctima en vez de en el agresor. A menudo se muestra a esta como protagonista, cuando en realidad es la víctima, en lugar de trasladar el protagonismo al criminal.
En las noticias de violencia se nombra casi 3 veces más a la mujer que al hombre y el doble en situaciones de acoso. Incluso, si se le menciona a él, es un 20% más probable que en el titular aparezca el término “mujer” en lugar de “hombre”.
Al mencionar más a la mujer en noticias de violencia la victimización es doble porque se la está colocando en el centro como si se le atribuyese a ella la responsabilidad de haber sido agredida.
En cuanto al nombre de los agentes que han intervenido en alguna operación, si masculino aparece casi 3 veces más que cuando intervienen mujeres, las cuales son retratadas con atributos como valentía, coraje, inteligencia y mérito hasta 4 veces más que ellos.
Volviendo con los deportes, del altísimo volumen de noticias que publican los medios sobre elos (más de 3 millones sobre fútbol y deporte en lengua hispana en los últimos 5 años) solo un 5% menciona explícitamente a mujeres, sostiene el informe.
Pero además las noticias deportivas que refieren a la “mujer” o lo “femenino” son un 50% más frecuentes que las que mencionan a “hombre” o “masculino”. Sin embargo, las noticias que tratan sobre mujeres representan 1 de cada 20 noticias deportivas.
Por otro lado, para las mujeres no es suficiente con ser buenas: necesitan hacer algo extraordinario para ser noticiables. El referente de mujer que reflejan los medios es, con mucha frecuencia, de éxito y excepcionalidad.
A todas esas cifras se suma además que cuando se quiere habla sobre las mujeres siempre se le pone detrás la coletilla de “femenino” como si fuera el apellido: voleibol femenino, fútbol femenino, talento femenino… ¿será que sin el femenino no existimos? ¡Hoy es un buen día para pedir que nos devuelvan nuestros nombres.
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