viernes, 24 de septiembre de 2010

Las caras de Leonel Fernández


Frente a unos llora. Al otro lado, sin embargo, se ufana. Al verlo, no hay manera de quedarse impasible. La duda nos asalta. ¿Cuál de las caras es la de verdad? ¿En realidad desea lamentarse o es que quiere reír?

Con un rostro distinto para cada escenario, el presidente Leonel Fernández sale del país con la valija llena de justificaciones, promesas, propuestas, sueños y, sobre todo, argumentos para quedar bien frente a la comunidad internacional.

Es por eso que vimos a un discreto Presidente que se lamentaba porque no podrá cumplir con los Objetivos del Milenio. Pero con las crisis de Hipólito Mejía (en el 2003) y del mundo financiero sobre sus espaldas, ¿quién puede culparle de no haber podido avanzar lo suficiente?

Son muchos los países que han visto menguar el gasto social por culpa de las grandes crisis. Buena sombrilla para cobijarse, sin lugar a dudas, de no haber sido porque la República Dominicana estuvo tan blindada que no fue hasta meses después que el mundo se sacudió que el gobernante se dio cuenta de que la crisis financiera internacional sí había afectado al país.

Por eso, a pesar de que el 28 de octubre del 2008 dijo que su gobierno tuvo el mérito de haber tomado las previsiones para mantener la estabilidad económica y la tasa del dólar, en abril del 2009 tuvo que reconocer que la crisis nos había golpeado, por lo que el 26 de abril pedía al país unidad ante la crisis. Para septiembre, sin embargo, el ojo del huracán ya había pasado.

Con una forma tan hábil de manejar una crisis que apenas existió en su discurso, no entiendo cómo Leonel dice ahora que los problemas económicos no le permitirán cumplir los Objetivos del Milenio. Lo increíble es que, apenas un día después de lamentarse por eso, se pare delante de un grupo de estudiantes y diga que la República Dominicana vive una revolución educativa. ¿Cómo hacerlo si no tiene dinero para cumplir con los Objetivos del Milenio?

Con esos ires y venires, el Presidente nos dice que la crisis es apenas un as que él maneja según el escenario. Por eso nos cuesta creerle. De cualquier manera, sin embargo, debo confesar que me encanta verlo cuando está en el exterior, ya que aquí tenemos casi que rezar para escucharle hablar. Menos mal que sale del país prácticamente una vez al mes -lleva 14 viajes en los últimos 12 meses-, ya que sino habríamos olvidado su voz.

4 comentarios:

  1. Uffffffff contundente este escrito muy bueno y la verdad es que casi se me olvida el excúsame de nuevo!!!!!!

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  2. Cuanta razón tienes, Marien. La crisis no permite a RD cumplir los objetivos del milenio, sin embargo, tenemos la ciudad patas arriba con MEGA-obras (Segunda línea de Metro, más de cinco pasos a desnivel en toda la capital, etc..). ¿Quiere decir que para la educación y el desarrollo social del país no hay dinero, pero para hacer monumentos al ego del señor Fernández si aparecen millones y millones de pesos?... y encima no da la cara ante el pueblo... Así no, señor Presidente...

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  3. Muchas felicidades por este gran artículo....

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